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quarta-feira, 23 de abril de 2008

Nome de deusa, louca por Roberta Close

Shalimar, en verdad, se llama Raimundo Nonato, y tiene 22 años. No sabe dónde nació. No conoció sus padres, y no sabe decir desde hace cuánto tiempo vive deambulando por toda la Amazonia. Desde niño sabe que le gustan los hombres, y toda su vida se la ganó como chapero (michê).

Su alma es la de una mujer, pero físicamente es un travesti. No tiene tetas, pero se aprieta el pecho con unos sostenes muy ajustados. Tiene los labios gordos y un poco disformes, resultado de una tentativa mal sucedida de rellenarlo con silicona barata. Lleva ropas de mujer, faldas cortas, shorts, botas blancas, tacones y escotes, y tiene el pelo cortado a la moda de las “Charlie´s Angels”. Lleva bastante maquillaje, y tiene unos gestos bastante afectados.

Llegó a Serra Pelada hace tres años, soñando con encontrar un alma bondadosa que la aceptara como es. Se decepcionó con los tipos rudos del garimpo, pero vio que allí, al menos, podría intentar juntar dinero para un día irse. Empezó trabajando en el primero burdel del pueblo, luego pasó a “encargada”. Muchos hombres pasan por su cuarto, y algunos incluso la pagan el doble para que nadie lo sepa. Es muy discreta cuando le conviene.

Tiene carácter fuerte, pero en verdad es una persona muy dulce; le gusta complacer a los que quiere. Tiene compasión por las personas. Es su manera de dar lo que nunca recibió. Siente y mucho el hecho de no tener familia, pero no tiene rencor de nadie. Es muy conciente de su género y personalidad femenina, actúa como mujer y no intenta disimular lo que es y lo que siente. Tiene una profunda alegría en vivir. Le encanta bailar y cantar, fuma unos porritos cada cuando y se mete coca cuando quiere ser valiente, pero en general es una persona responsable, y lleva el burdel bastante bien.

Escogió su nombre cuando pasó delante de la puerta de un restaurante indio en ciudad de frontera con la Guiana. Vió la imagen de la diosa hindú Lakshmi en un cartel de un restaurante, y leyó el nombre “Shalimar”. La mujer le pareció muy exótica, y el nombre muy único, así que, a partir de aquél día, pasó a ser “la exótica Shalimar”. Sueña con viajar a São Paulo para operarse y trabajar como atracción principal de un cabaré, el cual ya lo tiene totalmente idealizado en su mente. Es fan de todas las travestis del underground paulistano, pero tiene total adoración por Roberta Close.

2 comentários:

Pat disse...

Costumo não gostar de leituras en español, pero o fiz de tão convidativo que foi o título do post.
Parece que tá indo bem o curso, hein? Construção de personagem verossímel e visível = delícia!

MCO disse...

Minha Nega.... que personagem é esse!!!! Você já está pronta.... se joga mulher!!! Quero o seu primeiro roteiro profissional assinado e dedicado, viu!!!!